Somos Amigos de la Tierra - NOTICIAS

20 de abril de 2007

¿ Un gasoducto que atravesará Sudamérica?

"El gasoducto destruirá la Amazonia y la Guayana venezolana"


La organización ambientalista Amigos de la Gran Sabana, Amigransa,
y la Red Alerta Petrolera-Orinoco Oilwatch, recolectaron más de mil
firmas de representantes de la sociedad civil de más de 23 naciones
diferentes, que expresaron su rotundo rechazo al proyecto de
construcción de un gasoducto que irá de Venezuela hasta la
Argentina atravesando la Amazonia.

La Gran Sabana es uno de los parajes venezolanos que sería
atravesado por la tubería de este mega proyecto energético
Ciudadanos de Venezuela, Estados Unidos, Australia, Colombia,
Inglaterra, Brasil, Argentina, Canadá, Alemania, Irlanda, Chile,
Costa Rica, Suiza, México, Italia, España. Israel, Francia,
Guatemala y Honduras unieron sus voces para rechazar el proyecto de
construcción del Gran Gasoducto del Sur, plan que promueve el
gobierno del Presidente Chávez para llevar gas desde Venezuela
hasta Argentina, atravesando la Gran Sabana y la Amazonia.

La organización ambientalista Amigransa y la Red Alerta Petrolera-
Orinoco Oilwatch, recolectaron más de 1.056 firmas que suscriben
una carta que se enviará a los presidentes y jefes de Estado que
participarán en la I Cumbre Energética Suramericana que se realiza
en la isla de Margarita, y en la que se espera participarán diez de
los doce gobernantes de la región.

Esta sería la segunda carta que envía la sociedad civil a los
presidentes de Venezuela, Argentina y Brasil. La primera fue
remitida en abril del 2006 y para esa fecha otras 300 personas de
todas partes del mundo solicitaron un "freno" a este proyecto de
desarrollo que no tiene que ver con el modelo sustentable de que
tanto habla el gobierno bolivariano.

Desde que el presidente de la República, Hugo Chávez anunció por
primera vez el proyecto de construcción del Gran Gasoducto del Sur,
hace más de un año, representantes de diferentes organizaciones
ambientalistas venezolanas y de otras naciones, levantaron sus
voces para rechazar ese plan de desarrollo por considerar que
atenta contra una de las reservas de agua y vida más importantes de
Latinoamérica, que es la Amazonia.

La carta está remitida a Néstor Kirchner, presidente de la
República de Argentina; Luiz Inacio "Lula" Da Silva, presidente de
la República Federativa de Brasil y Hugo Chávez, presidente de la
República Bolivariana de Venezuela.

A continuación reproducimos el texto que suscriben más de 1.056
personas de distintos puntos del globo:

"Nos dirigimos a ustedes, como jefes de Estado responsables de la
paz y del bienestar colectivo de nuestros pueblos, con el único
propósito de hacerles un urgente llamado de atención y de
responsabilidad por las acciones que adelantan sus gobiernos para
la ejecución del proyecto gasífero denominado "Gasoducto del Sur".

Ante la peligrosa situación generada en torno a la Amazonía por
las aceleradas decisiones tomadas para la construcción de este mega
gasoducto que partiría desde la desembocadura del río Orinoco-
Venezuela, atravesando el corazón del Amazonas en Brasil hasta
llegar a Buenos Aires-Argentina, nosotros, los abajo firmantes,
ciudadanos(as), organización, y movimientos sociales de Suramérica
y el mundo, preocupados por la defensa del Planeta, y comprometidos
con sus habitantes y con el destino de las generaciones presentes y
futuras, les manifestamos nuestra categórica oposición a este
proyecto de interconexión energética que en su recorrido de 8.000
km., pasaría e intervendría áreas de alta vulnerabilidad ecológica,
social, cultural y de extrema importancia para la vida.

Continúa el documento señalando que "bajo nuestra óptica, sería el
paso definitivo para la destrucción de la Amazonía, la Guayana
venezolana y diversos ecosistemas de la costa caribeña y atlántica,
poniendo en riesgo inminente a la región con devastadoras
consecuencias para el planeta".

"El sólo planteamiento de este faraónico proyecto, inconsulto por
demás, viola convenios y acuerdos sobre Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (DESC) y otros tratados internacionales

suscritos por nuestros países; y ha sido dado a conocer por medios
oficiales sin contar con los estudios previos necesarios en cuanto
a factibilidad e impacto ambiental, sociocultural y económico".

Aunque los firmantes están convencidos de que "la integración de
nuestros pueblos es pertinente y necesaria pero basada en un
enriquecedor intercambio social y cultural; en el diálogo de
saberes; en el intercambio de experiencias agro-ecológicas, sin
transgénicos ni monocultivos; en la satisfacción del déficit
energético basada en el uso consciente de la energía y en la
producción de energías alternativas mediante procesos ecológicos".

Añade la carta: "No compartimos la integración que visualiza el
desarrollo del Proyecto 'Gasoducto del Sur' sin considerar el grave
impacto que se le estaría causando a la Amazonia, que es garantía
de vida, reservorio de agua dulce, de biodiversidad y hábitat
natural de muchos pueblos indígenas. Esta mal llamada integración,
no traería ni unidad ni bienestar a los pueblos del Sur ya que está
fundamentada en la sobre-explotación de los recursos naturales y en
la destrucción del patrimonio biodiverso que existe en esta
excepcional región. Sin lugar a dudas, ese proyecto acrecentará la
deuda ecológica y social y por ende, la pobreza".

Advierten los firmantes que "la Integración de nuestros Pueblos
requiere: un cambio de paradigma que se aparte del modelo de
desarrollo dependiente de los hidrocarburos impuesto a nuestra
civilización; una visión de protección ambiental integral en aras
de detener el aumento de la deuda ecológica y social; la defensa de
nuestros derechos como acreedores y no deudores de una deuda
externa; una relación directa Estado-ciudadano para el diseño de
políticas públicas; y el fortalecimiento de valores de libertad,
igualdad, equidad, justicia, paz, de no discriminación, respeto a
la vida y a los Derechos Humanos".

"En consecuencia, por lo antes expuesto, solicitamos de Ustedes
descartar definitivamente la construcción del 'Gasoducto del Sur'
como medio para cubrir las necesidades energéticas de Suramérica y
buscar una opción cónsona con la realidad ecológica, social y
económica de la región", finaliza el documento.

Más razones
Desde enero del 2006, diferentes organizaciones ambientalistas
vienen alertando las secuelas que podría tener desde el punto de
vista ambiental el proyecto de Gasoducto del Sur.

La Red Alerta Petrolera-Orinoco Oilwatch advirtió el año pasado
que "el Plan de atravesar el Amazonas debería encender todas las
alarmas de la gente preocupada por el medio ambiente" y acotaron
que ya hay antecedentes de proyectos gasíferos que han dejado un
saldo lamentable desde el punto de vista ambiental.

"La zona ha tenido una trágica experiencia con la industria
gasífera y un tristemente célebre gasoducto: el gasoducto de
Camisea, que se ha propuesto llevar gas amazónico hasta el pacífico
peruano. La mencionada tubería, obra también de considerables
proporciones, en su relativa corta vida ya ha tenido cuatro grandes
derrames de gas líquido, los cuales han causado tantos perjuicios
al ambiente y a los pobladores aborígenes que la experiencia ha
sido catalogada como uno de los peores desastres ambientales que ha
habido en todo el Amazonas y uno de los mayores del mundo",
alertaron en su momento.

Especialistas también han insistido al señalar que no se está
diciendo todo sobre "la construcción de una gigantesca y larga
tubería como la planteada y su complementaria hilera de plantas de
compresión que atravesaría la integridad de todos los ecosistemas
naturales y prístinos; al requerir de gran deforestación y remoción
de tierra para hacer posible su paso, así como caminos nuevos en
sitios antes vírgenes para asegurar el permanente mantenimiento y
vigilancia que la obra".

Especialistas también han advertido que las tuberías de
hidrocarburos son inexorablemente proclives al desgaste y la
corrosión, esta última particularmente relevante en el caso de los
ambientes húmedos tropicales como el Guayanés-Amazónico. Lo que
hace que estas tuberías sean más propensas a las filtraciones
contaminantes o rupturas con derrames".

Gasoducto en cifras

- El Gobierno estima que 150 millones de metros cúbicos de gas
venezolano serán distribuidos a Argentina, Brasil y Uruguay con
posibles interconexiones con el Paraguay y Bolivia.

- El proyecto contempla la construcción de un gasoducto a lo largo
de más de 8.000 kilómetros y la instalación de decenas de plantas
de compresión y de cientos de estaciones de válvulas que tendrían
"desastrosas" consecuencias ambientales.

- El costo del proyecto oscilará entre los 20 y los 25 mil millones
de dólares, cruzaría casi 522 mil kilómetros de áreas prístinas de
la región amazónica que son asiento de más de 22 pueblos indígenas
y una diversidad de riqueza biológica aún desconocida.