Somos Amigos de la Tierra - NOTICIAS

7 de setiembre de 2006

Mueren cuatro niños más en la provincia de Misiones, pertenecientes a la comunidad Mbyá Guaraní

El mes de agosto deparó nuevas muertes en la comunidad guaraní Mbyá, cuatro niños entre un mes y ocho años han fallecido, el último, el pasado martes 29 de agosto, las enfermedades como sostienen los caciques son “raras” y aparecen con la intervención de los blancos.

La muerte es por problemas respiratorios tratables y evitables, por desnutrición. Además, según la información del diario El Territorio de Misiones dice que hay por lo menos dos pequeños más internados en el Hospital de Montecarlo.

Estas cuatro muertes se suman a las 17 muertes de los pequeños Mbyá que informamos en nota anterior, por este mismo medio el 11 de agosto del 2006: “…Estamos muriendo como pajaritos”. Esta situación valieron las afirmaciones muy duras por parte de Joaquín Piña, obispo de Puerto Iguazú. En una entrevista realizada por la Capital de Rosario, el pasado 16 de agosto, donde sostenía que: 'La desnutrición es la consecuencia del manoseo político al que están sometidos los indígenas. Se habla mucho de planes sociales y de asistencia, pero esas comunidades están marginadas. Los aborígenes son los más pobres de los pobres'.

'El primer reclamo es el de la tierra, ya que para ellos tiene un valor que va más allá de la propiedad. Es la Pachamama, la madre en la que se radica la espiritualidad y la que permite vivir de la caza y la pesca; de la selva. Pero, ahora no tienen los montes y pierden su cultura y su sustento', remató Piña.

En Misiones hay más de 4.800 indígenas guaraníes, el porcentaje más importante es de la comunidad Mbyá, que según el Censo complementario del 2004-2005 tiene 4.083 habitantes, el resto son, según la misma información, guaraníes de las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe con un total para toda la región de 2.368 almas, más la comunidad Ava guaraní en Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe con 402 personas censadas a la fecha mencionada.

Más del cincuenta por ciento de la comunidad guaraní la conforman niños, niñas de 0-14 años, estos son los principales afectados por las malas condiciones de vida que tienen.

En las aldeas de Pasarela y Pindó Poty son dos de las comunidades que soportan la muerte de sus niños. En Pasarela viven unas 20 familias con un total de 71 personas. En total hay 75 comunidades.

Mientras el Consejo de Ancianos y el Consejo de Caciques se autoconvocaba en asamblea en las tierras de Santa Ana Miní, donde llevaron al gobernador Carlos Rovira una política intercultural que incluyera también a la medicina blanca, luego de la muerte de los 17 niños conocido a principios de agosto, se producen estas nuevas muertes en la comunidad guaraní.

El cacique Albino Flores de Pasarela sostuvo que “el Ministerio de Salud Pública nunca fue a nuestra aldea”.

Por otro lado, y si de informes se trata, en uno del año 2005, realizado a nivel nacional se advertía que el 57 por ciento de los niños aborígenes de Misiones padecían graves problemas de ALIMENTACION. Que de las 75 comunidades donde viven los guaraníes, el 40 por ciento no tienen documentos, el 60 por ciento son analfabetos y el 43 por ciento padece desnutrición CRONICA.

Los fallecidos son niños que tenían entre un mes y ocho años. Los casos sucedieron entre la tercera semana de agosto y la última. En la aldea de Pasarela de Montecarlo murió un pequeño de dos años. También están internados en el hospital zonal un chico de 11 años y un bebé de un mes.

En la aldea Irupé murió un chiquito de 8 años, en Puerto Iguazú.

En la aldea Perutí murió un bebé de un mes.

En la comunidad de Pocito en Capioví murió un bebé de dos meses.

Por su parte, el gobierno de Carlos Rovira reconocía por esos días de agosto que había otros 13 chicos más internados en los hospitales de Posadas, Puerto Rico, Oberá y San Vicente, con cuadros de bajo peso o de enfermedades respiratorias. En ese contexto, Arnulfo Verón, director de Asuntos Guaraníes de Misiones, advirtió que existen 'fallas' serias en los mecanismos del Estado para atender la salud de la comunidad”.

El problema cierto de las comunidades son las políticas implementadas por “los blancos” la desertificación de la zona hace que las comunidades vean alterados su hábitat, a esto se suma la expulsión de las tierras, los han conminado a la pobreza extrema, su vida es la tierra, La Pachamama es la esencia de la existencia, viven, reproducen, producen y conservan tradiciones. Ellos son la TIERRA. Ellas, sus tradiciones, han quedado entre sus creencias ancestrales. El blanco ha violado su identidad.

La falta de alimentación, salud, educación bilingüe, el respeto a creencias y costumbres puede estar en la misma constitución nacional, pero son letra muerta. A la hora de morir, “morimos como pajaritos” dicen, se van extinguiendo, están mostrando una preocupación que debería ser de la comunidad nacional.

Rovira no tiene políticas de Estado para superar el problema de la comunidad guaraní, el Estado nacional tampoco. Al no tener políticas de Estado para la niñez y adolescencia se convoca a la derecha, que pide, como lo hizo Blumberg en la Plaza de Mayo, bajar la imputabilidad de los chicos, en lugar de bajar el hambre y la desnutrición. Porque no podemos pedirle a ellos que tengan un gesto solidario con las comunidades indígenas, cuando son los herederos de Roca.

Por eso el gasto en hacer contramarchas solo sirve para mostrar las falencias, donde la derecha se abroquela.

Mientras tanto, nuestros niños se siguen muriendo, como pajaritos, desapareciendo de la faz de la tierra…

Como si fuera un genocidio silencioso aplicado a nuestra niñez y adolescencia…

Fuente: Agrenpress