Somos Amigos de la Tierra - NOTICIAS

10 de julio de 2007

¿ QUÉ ES LA DESERTIFICACIÓN ?

La desertificación es un proceso de degradación de los suelos que afecta zonas menos áridas, pobladas, con desarrollo agrícola y ganadero, que dejan atrás su condición de tierras fértiles, provocando consecuencias (ecológicas, sociales y económicas) devastadoras.

En los últimos años, más de tres de los cinco mil millones de hectáreas de tierras áridas utilizadas para la agricultura en todo el mundo han sufrido la erosión y la degradación. La desertificación suele ser producto de un pobre manejo de la tierra: cultivo y pastoreo en exceso, prácticas de irrigación inadecuadas, tala indiscriminada de árboles e incendios forestales, entre otras causas.

La desertificación puede causar 50 millones de refugiados ambientales

La pérdida de la productividad del suelo a causa de la desertificación es una amenaza inminente para la estabilidad internacional, según revela un reciente estudio de la Universidad de las Naciones Unidas elaborado por 200 científicos de 25 países.

La desertificación, exacerbada por el cambio climático, representa uno de los desafíos más grandes de nuestros tiempos a enfrentar en materia de medio ambiente. Los gobiernos deberían tomar medidas para evitar la migración forzada de millones de personas que habitan en las regiones que están en riesgo, aseguran los especialistas.

Un tercio de la población mundial –aproximadamente dos mil millones de personas- es víctima potencial de los efectos de la desertificación. Según los expertos, 50 millones de personas podrían verse desplazadas a causa de una severa desertificación en los próximos 10 años, una cifra que equivale a la población total de Sudáfrica o Corea del Sur.

“Es imperativo que se apliquen políticas efectivas y prácticas agrícolas más sostenibles para revertir el deterioro de las tierras”, afirma el Profesor Hans van Ginkel, subsecretario general de las Naciones Unidas y rector de la UNU.

Soluciones propuestas

Según los expertos, para proteger las tierras que están en riesgo es necesario que se formulen y apliquen políticas que regulen el uso del suelo. Desde su punto de vista, es urgente ponerle fin al pastoreo excesivo, la sobreexplotación de los suelos y las prácticas de irrigación no sostenibles, que deterioran las tierras

El doctor Pablo Canziani, Investigador Independiente del CONICET y Director del Equipo Interdisciplinario para el Estudio de Procesos Atmosféricos en el Cambio Global, explica que la vegetación cumple un papel central en la lucha contra el cambio climático, dada su capacidad para atrapar dióxido de carbono (CO2), el principal gas causante del efecto invernadero.

Cambio climático y desertificación

“Toda forma de vegetación en un razonable buen estado (plantas sin enfermedades o en plena actividad), sirve primero para absorber el CO2. Por otra parte, en suelos en riesgo o naturalmente débiles, la cobertura de vegetación sirve para mitigar los efectos de lluvias intensas, retener la humedad del suelo mediante la cobertura y las raíces bajo tierra. Además, frena el escurrimiento y el drenaje del agua, favoreciendo la calidad del suelo”, destaca Canziani y agrega: “Cuando el suelo está también en buenas condiciones puede, por procesos de los microorganismos, retener CO2”.

Los autores del informe de la UNU sugieren que los gobiernos de los países y los responsables de políticas deberían desestimar la noción de que la aridez y la escasez de agua son inevitables, para que se haga algo al respecto.

También proponen la creación de incentivos financieros para que los responsables de las tierras cuiden los ecosistemas en los que habitan. Inclusive, para evitar la sobreexplotación de los suelos, sugieren la promoción de otras fuentes de ingreso para los habitantes de esas regiones, como las actividades turísticas o vinculadas a la industria.

Para los autores del informe, es necesario que se realicen campañas de educación para que las poblaciones locales y las autoridades de esas zonas en riesgo tomen conciencia sobre la fragilidad de los recursos naturales y comprendan qué es y cómo se produce la desertificación. (Ver recuadro)

Refugiados ambientales

Los autores del estudio urgen a los gobiernos a que incluyan dentro de su agenda política la problemática de las poblaciones que están en riesgo de convertirse en refugiados ambientales. Los instan a determinar las consecuencias sociales, económicas y ecológicas que puedan generarse a partir de esas migraciones y destacan que es necesario crear un marco legal global que reconozca y ofrezca asistencia a los refugiados ambientales.

Combatir la desertificación, con políticas de desarrollo sostenible, no sólo evitaría el desplazamiento de poblaciones sino que aseguraría una fuente de ingreso para millones de personas que dependen de los recursos naturales de esas regiones en riesgo.

Si no se revierte el cambio climático y no se cuidan los recursos naturales, el número de refugiados ambientales aumentará, habrá personas que deberán abandonar sus hogares por el aumento del nivel del mar, por la desertificación o por inundaciones, entre otras causas ambientales.

(*) Agencia CyTA-Instituto Leloir - Por Bruno Geller)