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28 de noviembre de 2007

BOTNIA YA HUELE A PODRIDO

La pastera empezó a funcionar y ya se huele a repollo podrido o a “coliflor hervido” según la culinaria descripción de la empresa. En Gualeguaychú dijeron a lavaca: “No perdemos la fe en echarlos”. La Asamblea Argentina-Uruguay declaró en Colonia Agraciada día de duelo regional al 9 de noviembre.

Tal vez los redactores de la página web de Botnia (www.metsabotnia.com.es) estén siendo sometidos a la inhalación de sustancias indescifrables, cuando escriben:

“Producimos de manera ecológica y éticamente sostenible pasta papelera a partir de madera finlandesa certificada. Con nuestra pasta se elaboran papeles de buen corazón. Tenemos el placer de presentar a Botnia y su gente, la familia Botnia, y nuestra filosofía humanista, responsable, y de cooperación con nuestros clientes”.

Humanismo, ética, cooperación, responsabilidad, corazón, familia. Frente a eso, la Asamblea Regional Argentina – Uruguay emitió un comunicado declarando el 9 de noviembre, cuando la planta de Fray Bentos se puso en marcha, como “Día de duelo regional”. Y escribieron otras palabras.

“Expresamos nuestro absoluto repudio al inicio de las operaciones de la empresa Botnia. En este sentido, hemos resuelto instituir como día de duelo regional el 9 de noviembre, fecha que con el correr del tiempo se convertirá en el triste emblema de un proceso de contaminación y sometimiento a intereses extranjeros sin precedentes en la región.

La finlandesa Botnia comenzó a funcionar oficialmente, y generó una nueva tensión entre los presidentes Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner, verificada durante la llamada “cumbre” iberoamericana perpetrada en Chile. Gustavo Rivollier, integrante de la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú duda ante lavaca: “A veces uno no sabe si pensar que hasta esos supuestos enfrentamientos son un circo más”. La desconfianza se fundamenta en los cuatro años de vaivenes, ninguneos, falsedades y confusiones que sintieron como principal contenido de la política exterior del gobierno argentino.

¿Cuál es el clima en Gualeguaychú? El sábado hubo una triple marcha, por aire, agua y tierra: “Hablan de 50.000 personas pero la verdad es que habrán sido unas 25.000” dice Rivollier, “lo cual es impresionante porque no hubo prácticamente convocatoria ni organización previa”. Para jugar con las proporciones en comparación con la población, es como si en la ciudad de Buenos Aires se hubiesen movilizado 800.000 personas.
“Y este domingo se empezó a oler a repollo podrido” relata Rivollier. La página de Botnia reconoce el mismo aroma como “coliflor hervido” y asegura que pronto se solucionará.
Hubo gente que estaba cerca de la costa, del lado argentino, que empezó a descomponerse. El “coliflor hervido” es el mismo ácido sulfúrico que intoxicó en agosto a decenas de obreros en Botnia. Luis Quinteros (entrevistado en Mu de septiembre) fue uno de los principales afectados y está motorizando en Fray Bentos una campaña de denuncia contra la empresa .

Rivollier: “Acá está todo el mundo muy caliente pero con mucha fe en que vamos a lograr el objetivo. Siempre dijimos que había que evitar que se construyese, y si se construía había que evitar que funcionase, y si funciona hay que lograr que cese y se vaya. Ese es el paso en el que estamos ahora”. La Asamblea está pensando cantidad de medidas “para que quede claro que no tienen licencia social”. El término licencia social se refiere al acuerdo que una comunidad presta, o no, a los emprendimientos que considera nocivos para su vida.

En el caso de Gualeguaychú, el rechazo a Botnia y el corte internacional que ya lleva un año ininterrumpido impidiendo el cruce fronterizo a Fray Bentos, permitió comprender no sólo el problema de la contaminación el agua y el aire, sino la instalación de un nocivo modelo de (sub) desarrollo basado en el monocultivo de eucaliptos, el saqueo consiguiente del agua dulce, el desempleo, la expulsión de la gente de los campos, la concentración de las tierras y el empobrecimiento generalizado.

El corte de los puentes, desde la perspectiva uruguaya, han sido perjudiciales para la población y no para la empresa Botnia y además, el tema de fondo, relacionado con la política forestal de Uruguay ha sido opacado por las medidas llevadas a cabo por los ciudadanos de Gualeguaychú. Esto ha impedido un debate nacional sobre el tema y se han exacerbado los nacionalismos.